El crecimiento de la producción agrícola de México, que fue del 2.7% durante la última década, se debió predominantemente al mayor uso de factores primarios, especialmente capital y tierra. Además, la Productividad Total de los Factores (TFP) creció un 1.2% anual entre 2012 y 2021, ligeramente por encima del promedio mundial, aunque por debajo de los niveles alcanzados en la década de 1990. El aumento en el uso de insumos intermedios, en particular fertilizantes y alimentos para animales, contribuyó en menor medida al crecimiento de la producción (OCDE, 2024).