50% de la deforestación en la Amazonía peruana ocurre en tierras forestales donde está prohibido el retiro de cobertura arbórea, evidenciando que la pérdida de bosques se concentra en áreas legalmente restringidas. Esta situación refleja presiones asociadas al cambio de uso del suelo por actividades como agricultura migratoria, ganadería, minería ilegal e informal y cultivos ilícitos, contribuyendo significativamente a la degradación de ecosistemas y tierras forestales SERFOR (2020).