Marco político que instituye directrices para promover el consumo sostenible en Brasil, fomentando la adopción de prácticas de consumo y técnicas de producción ecológicamente sostenibles. Define el consumo sostenible como el uso de recursos naturales que proporciona calidad de vida para la generación presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. Establece nueve objetivos principales que incluyen cambios de actitud en consumidores, reducción del consumo de recursos naturales, gestión de residuos, reciclaje, responsabilidad empresarial e información sobre el ciclo de vida de productos. Asigna al poder público la responsabilidad de promover campañas en medios de comunicación y capacitar a profesionales de educación para incluir el consumo sostenible en programas educativos.