La política busca establecer un marco que permita el uso sostenible de la biodiversidad, enfocándose en recursos biológicos, genéticos y sus derivados. La intención es atraer tanto inversiones públicas como privadas para fomentar empresas y productos innovadores en sectores como la cosmética, farmacéutica, agroalimentaria, y otros. Para alcanzar estos objetivos, se proponen varias estrategias: Primero, mejorar la capacidad institucional para facilitar el desarrollo comercial de la biotecnología. Esto implica coordinar acciones entre diversas entidades gubernamentales y privadas para crear un entorno favorable para la biotecnología. Segundo, desarrollar instrumentos económicos que incentiven las inversiones en empresas biotecnológicas. Esto incluye la creación de fondos de capital semilla, redes de ángeles inversionistas, y líneas de crédito específicas para la innovación en biotecnología. Tercero, ajustar el marco normativo para facilitar el acceso y uso de recursos genéticos, además de regular la producción y comercialización de productos biotecnológicos y fitoterapéuticos. Cuarto, evaluar la creación de una empresa nacional de bioprospección con un enfoque hacia productos de interés comercial. La política también subraya la importancia de contar con un marco normativo claro y favorable para garantizar la distribución justa de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos y promover la inversión en biotecnología. Además, se reconoce la necesidad de contar con una capacidad institucional robusta y bien coordinada para gestionar de manera efectiva la biodiversidad y los recursos biotecnológicos del país.