Los jóvenes están en la primera línea de la transformación de la agricultura y los sistemas alimentarios, enfrentando los impactos sociales y económicos del COVID-19, así como los efectos del cambio climático que probablemente se acelerarán e intensificarán a lo largo de sus vidas. Al mismo tiempo, en contextos globales, los jóvenes están emergiendo como agentes visibles de cambio en los sistemas alimentarios, especialmente a través de redes que crean, transforman y distribuyen conocimientos sobre estos sistemas. Esta revisión de políticas y prácticas examina el papel de la juventud como actores dentro de las redes de conocimiento de los sistemas alimentarios. Incrementar la participación de los jóvenes en la creación de sistemas alimentarios sostenibles para el futuro requiere políticas y prácticas que apoyen el conocimiento relacionado con los sistemas alimentarios de dos formas: 1. Democratizando los sistemas de educación formal. 2. Fortaleciendo las redes horizontales de investigación e innovación comunitaria, incluyendo conocimientos tradicionales, ecológicos, locales y comunitarios. Las políticas relacionadas con los sistemas alimentarios deben desarrollarse a través de un diálogo que integre diversos sistemas de conocimiento, experiencias, necesidades locales y aspiraciones de los jóvenes, para maximizar su participación en el desarrollo y la evaluación de políticas en este ámbito.