El Plan tiene como objetivo fortalecer la capacidad del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos para enfrentar los riesgos del cambio climático mediante la integración de la resiliencia climática en sus operaciones, políticas y programas. El USDA reconoce que sus operaciones y los recursos naturales que maneja están cada vez más expuestos a eventos climáticos extremos como olas de calor, incendios forestales, sequías, inundaciones y tormentas severas. Para mitigar estos impactos, el plan promueve inversiones en la salud del suelo y los bosques, la ampliación del acceso a datos climáticos a nivel regional y local, y el fomento de la adopción de prácticas agrícolas y forestales resilientes al clima. Uno de los elementos clave del plan es su enfoque en la adaptación climática inteligente, o “climate-smart,” que busca equilibrar la adaptación con los esfuerzos de mitigación del cambio climático, especialmente en los sectores agrícola y forestal. Este enfoque implica la gestión de riesgos climáticos mediante una combinación de estrategias como la reducción de la vulnerabilidad de las comunidades rurales, el fortalecimiento de la infraestructura y la mejora de las prácticas de gestión de tierras y agua. El USDA también planea expandir el uso de sus Centros Climáticos para brindar apoyo en ciencia, tecnología y herramientas de adaptación, ayudando a productores, gestores de tierras y otros actores clave a implementar prácticas inteligentes para el clima. Además, el plan aborda la importancia de la justicia ambiental y la equidad, asegurando que las acciones del USDA beneficien a las comunidades más vulnerables.