Este tratado se enfoca en la conservación y uso sostenible de los recursos fitogenéticos, elementos vitales para la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola sostenible. Destaca la importancia de un enfoque integrado que abarque la prospección, conservación, caracterización, evaluación y documentación de estos recursos, así como la necesidad de fortalecer las capacidades, especialmente en países en desarrollo, para llevar a cabo estas tareas esenciales. El tratado establece un Sistema Multilateral de Acceso y Distribución de Beneficios para facilitar el acceso a una selección negociada de recursos fitogenéticos y asegurar una distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de su uso. Además, reconoce y promueve los derechos de los agricultores sobre sus recursos genéticos, enfatizando la importancia de su participación en la toma de decisiones y en el reparto de beneficios.