Rusia ha fortalecido su dominio sobre el suministro mundial de trigo tras su invasión a Ucrania, buscando asegurar apoyo político y divisas fuertes. Con una cosecha de trigo en aumento en regiones fértiles como el Cáucaso Norte, se estima que Rusia será la fuente de una de cada cinco cargas de trigo exportado en la temporada que comienza el 1 de julio, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Por otro lado, Ucrania verá reducida su participación a aproximadamente el 5% debido a los daños a largo plazo en la producción causados por los campos minados y las cadenas logísticas rotas. El creciente poder de mercado de Rusia es parte de un esfuerzo más amplio por ejercer control. Empresas internacionales como Cargill Inc. han abandonado el mercado tras enfrentar presiones para dar paso a empresas nacionales. Estos cambios otorgan más control a manos locales y podrían facilitar el envío de granos cultivados en territorio ucraniano ocupado, así como permitir que Moscú influya en los precios. La estrategia del trigo de Rusia sigue un patrón conocido: ganar participación de mercado y luego utilizar esa influencia para ejercer poder.