América Latina y el Caribe alberga el 50% de la biodiversidad mundial en tan solo el 16% de la superficie terrestre, además de contar con cerca de un tercio del potencial hídrico global. Esta riqueza natural sostiene servicios ecosistémicos esenciales para el bienestar social y la economía. Sin embargo, los ecosistemas de la región enfrentan fuertes amenazas por la transformación de hábitats, la contaminación, el cambio climático, las especies invasoras y la sobreexplotación, presiones que se agravan por debilidades en la gobernanza, factores económicos y tecnológicos, dinámicas demográficas y fallas de política.