La gobernanza surgió como un tema central en los diálogos sobre sistemas alimentarios (DSA) nacionales e independientes, así como en todas las líneas de acción. Los DSA nacionales enfatizan la necesidad de coherencia y consistencia, a la vez que diversifican y profundizan la participación de las partes interesadas. Los diálogos nacionales han subrayado la falta de conocimiento y datos para respaldar procesos de toma de decisiones constructivos y sistémicos. Esto se sumó a la necesidad de reconocer las complejas relaciones y tensiones entre las prioridades contrapuestas de los sistemas alimentarios. Los DSA independientes destacaron la importancia de la participación diversa, inclusiva y equitativa de las mujeres, los jóvenes, los pequeños agricultores y los pueblos indígenas en la toma de decisiones y la gobernanza de la transformación de los sistemas alimentarios. Transformar nuestros sistemas alimentarios colectivos, de lo local a lo global, es necesario para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, los sistemas alimentarios son complejos: abarcan múltiples sectores, desde las semillas hasta la salud de la tierra, desde la producción local hasta las cadenas de valor globales, y desde los patrones de consumo hasta la gestión del desperdicio de alimentos. Influyen en numerosos resultados, desde la nutrición hasta el desarrollo económico y el cambio climático. Por lo tanto, catalizar el cambio en los sistemas alimentarios requiere operar con diversos sectores, escalas y partes interesadas. Los mecanismos de gobernanza actuales tienden a ser aislados, a menudo con escasa participación, transparencia y rendición de cuentas en los procesos de toma de decisiones. Esto dificulta la ejecución y el seguimiento de cambios integrales que reflejen la complejidad de los sistemas alimentarios y la diversidad de actores. Este informe define la gobernanza de los sistemas alimentarios, presenta los Principios Rectores para la Transformación de los Sistemas Alimentarios, describe un enfoque de la gobernanza basado en los derechos humanos y establece las dimensiones clave de una gobernanza eficaz de los sistemas alimentarios. El informe concluye con una recomendación para desarrollar una comunidad de práctica para promover la innovación y el aprendizaje sobre la gobernanza de los sistemas alimentarios.