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01/03/2019 Artículo Científico

La intensificación sostenible de las tierras de cultivo y de pastoreo existentes en el mundo es un desafío apremiante para conciliar las demandas contrapuestas sobre los sistemas de tierras para la producción de alimentos y la conservación de los ecosistemas naturales. En Brasil, el segundo país productor de carne de vacuno más grande del mundo, la intensificación de los sistemas de producción basados en pasturas es fundamental tanto para mejorar los medios de vida como para reducir la deforestación, ya que las fincas ganaderas de baja productividad y bajos ingresos ocupan la mayoría de la superficie agrícola. Los sistemas integrados de cultivo y ganadería (ICLS, por sus siglas en inglés) presentan una oportunidad prometedora en el abanico de posibles estrategias de intensificación agrícola para Brasil porque tienen el potencial de recuperar vastas áreas de pasturas degradadas y, al mismo tiempo, mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. Gran parte de la investigación previa sobre ICLS, particularmente en Brasil, se ha centrado en aspectos agronómicos y económicos. Aquí examinamos las perspectivas locales de la CIET para ilustrar mejor qué otras preocupaciones, además de los resultados agronómicos y económicos, podrían guiar las decisiones de los agricultores de adoptar esta (y otras) estrategias de intensificación agrícola. Nos interesa particularmente el grado en que los factores estructurales interactúan con las experiencias personales para dar forma a la información y los valores, y a la comprensión de los agricultores sobre los costos y beneficios de adoptar una nueva tecnología. Mediante entrevistas semiestructuradas con una muestra diversa de productores en cuatro estados de la Amazonia brasileña, encontramos que los adoptantes existentes percibían la intensificación de la tecnología como una estrategia beneficiosa para aumentar el valor económico y la competitividad de su finca, mientras que la mayoría de los no adoptantes no lo creían así. Los ganaderos, en particular, percibían la intensificación como una necesidad para mantener su sustento en medio de la disminución de las ganancias y una mayor supervisión ambiental. Sin embargo, tanto los adoptantes como los no adoptantes describieron numerosas barreras estructurales que impedían una mayor adopción de la tecnología en la región, incluidos los problemas para obtener mano de obra calificada, la falta de opciones de comercialización, la infraestructura deficiente, un entorno regulatorio poco favorable y, en algunas regiones, suelos mal drenados. Además, los motivos no monetarios, como mantener la calidad de vida y las tradiciones existentes, a menudo impulsaban las decisiones independientemente de las vías esperadas para maximizar las ganancias. Este trabajo subraya la necesidad de emplear un conjunto más diverso de herramientas de política más allá de los subsidios crediticios para incentivar la adopción de estrategias de intensificación sostenible, incluidos programas educativos, pagos por servicios ecosistémicos y una mejor infraestructura de transporte y de la cadena de suministro que pueda respaldar la intensificación y ayudar a crear un clima de innovación.

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