El informe evalúa el progreso de los países en la región en cuanto a la formulación e implementación de políticas, planes y programas de adaptación al cambio climático en el sector acuícola. La evaluación destaca la vulnerabilidad de la acuicultura a los impactos del cambio climático, tales como el aumento de la temperatura del agua y eventos climáticos extremos, y subraya la importancia de desarrollar instrumentos de gestión adecuados. Se identifican avances significativos en algunos países, mientras que otros enfrentan desafíos debido a capacidades institucionales limitadas y falta de recursos financieros. El documento concluye con recomendaciones para fortalecer la resiliencia del sector acuícola mediante estrategias participativas y la integración de enfoques ecosistémicos en la gestión de la acuicultura.