El informe resalta que, aunque la agricultura de subsistencia y la tala han tenido roles históricos en la deforestación, en la actualidad, la expansión de la agricultura a gran escala se erige como la principal causa de la pérdida de bosques y las emisiones de gases de efecto invernadero por cambio de uso de suelo. Centrándose en la deforestación ilegal asociada a la agricultura comercial, el informe examina su impacto a nivel mundial. Durante el periodo de 2013 a 2019, el análisis evidencia un notorio incremento en la tala ilegal de bosques para convertirlos en áreas de cultivo y pastoreo, subrayando la envergadura y persistencia de este desafío en regiones tropicales.