La agricultura es fundamental para el bienestar humano, ya que proporciona alimentos, empleo, ingresos y activos. En el pasado, la investigación y el desarrollo agrícolas se centraban sobre todo en mejorar la producción, la productividad y la rentabilidad de las empresas agrícolas. No siempre se optimizaban la nutrición y otros beneficios de la agricultura, mientras que a menudo se ignoraban los efectos negativos sobre la salud, el bienestar y el medio ambiente. Esto era especialmente problemático en el caso de los sistemas ganaderos, con repercusiones negativas y positivas especialmente complejas sobre la salud y el bienestar humanos. Un importante efecto negativo de la intensificación agrícola son las enfermedades. La gripe aviar altamente patógena (IAAP) es un ejemplo notorio de una enfermedad fomentada por la intensificación de la producción agrícola y propagada a través de cadenas de valor avícolas alargadas y el movimiento global de personas y animales. Los proyectos de irrigación a gran escala, diseñados para aumentar la productividad agrícola, han creado ecosistemas propicios para la esquistosomiasis y la fiebre del Valle del Rift. Las respuestas a las amenazas de enfermedades suelen estar compartimentadas. En lugar de analizar las compensaciones entre beneficios y riesgos agrícolas, el sector agrícola se centra en la productividad, mientras que el sector sanitario se centra en la gestión de las enfermedades. Un examen detenido de la epidemiología de las enfermedades asociadas a la agricultura y de las experiencias pasadas en materia de lucha contra ellas demuestra que el éxito de la gestión debe basarse en sistemas y no en diseños sectoriales.
Detalle del Recurso:
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AUTORES:
INSTITUCIONES:
IFPRI : International Food Policy Research Institute
IDIOMAS:
English
ÁREAS DE POLíTICA:
Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
INSTRUMENTOS:
Análisis de situación y prospectivo regionales o internacionales
Prospectiva (análisis de futuros)
Comentarios: