En 2019, casi 690 millones de personas pasaban hambre, lo que indica que la consecución del objetivo de Hambre Cero para 2030 no va por buen camino. La mejora de la conservación y el uso de la diversidad de cultivos, que mejora de forma demostrable la productividad agrícola y, por tanto, la seguridad alimentaria y la nutrición, podría ser una de las soluciones a este problema. La ampliación de la diversidad inter e intraespecífica de los cultivos contribuye a la diversificación de la dieta y la nutrición y mejora la resiliencia de los sistemas de producción ante las perturbaciones, especialmente las tensiones bióticas y abióticas atribuidas al cambio climático. Se ofrecen ejemplos de intervenciones exitosas que han dado lugar a una mayor diversidad de cultivos en las explotaciones. También se destacan las herramientas y directrices pertinentes para fortalecer las capacidades nacionales de mejora de la gestión en las explotaciones de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura. Se presentan orientaciones, basadas principalmente en el Segundo Plan de acción mundial sobre los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, para permitir la conservación de las variedades/razas locales de los agricultores, su mejora genética y los sistemas de distribución de semillas; promover su cultivo, consumo y comercialización; elaborar y aplicar políticas; fomentar las asociaciones y fortalecer las capacidades institucionales y humanas necesarias. Por último, se aboga por la investigación y el desarrollo, incluido el uso de técnicas modernas, para alcanzar estos objetivos.
Detalle del Recurso:
Ir a Link
AUTORES:
INSTITUCIONES:
IDIOMAS:
English
ÁREAS DE POLíTICA:
INSTRUMENTOS:
PAíSES:
SECTORES:
RESULTADOS:
BENEFICIARIOS:
ETIQUETAS:
Seguridad_Alimentaria_Y_Nutricional
Comentarios: