El agua, esencial como recurso natural y bien público global, desempeña un papel crucial en la seguridad hídrica para el desarrollo sostenible, especialmente en el contexto del cambio climático. A pesar de su importancia, la falta de inversión ha llevado a tensiones en los recursos hídricos y deficiencias en los servicios de agua. Para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, se requieren flujos significativos de capital público, concesional y privado. Los gobiernos deben liderar reformas para crear condiciones propicias y atraer financiamiento, mientras que las instituciones financieras internacionales y el sector privado deben colaborar en este esfuerzo. El Grupo del Banco Mundial (GBM) reconoce la interconexión entre agua, clima, alimentos y energía, y su marco estratégico busca optimizar las contribuciones público-privadas para mejorar la planificación y movilización de fondos en el sector del agua. Su objetivo es facilitar la participación del sector privado para brindar financiamiento, innovación y experiencia.