El MEA se fundamenta en varios principios, como la subsidiariedad, que reconoce la autonomía de individuos y organizaciones en el sector; la inclusión social, asegurando que todos los actores participen de los beneficios del desarrollo agrario; y un enfoque diferenciado, que considera la heterogeneidad de la base productiva agraria, promoviendo políticas adecuadas para diferentes tipos de producción. Además, enfatiza la importancia de la sostenibilidad ambiental y económica, la equidad, el...