El objetivo principal de la política es garantizar que todos los habitantes tengan acceso en todo momento a alimentos suficientes, seguros y nutritivos que cumplan con sus necesidades dietéticas para un estilo de vida activo y saludable. La política reconoce los desafíos presentes, como el aumento de enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta y la dependencia de las importaciones de alimentos, y propone un enfoque integral para abordar estos problemas. Se estructura alrededor de cuatro pilares principales: disponibilidad de alimentos, accesibilidad de alimentos, utilización de alimentos y estabilidad del suministro de alimentos. Busca mejorar la producción nacional de alimentos, aumentar la resiliencia del sector agrícola ante el cambio climático y los desastres naturales, y fortalecer el marco institucional para la implementación de políticas de seguridad alimentaria. Además, se incluyen estrategias específicas para mejorar la nutrición y el estado de salud de la población, como el fortalecimiento de los sistemas de salud pública y la promoción de dietas saludables y estilos de vida activos.