La Ley de Tierras y Desarrollo Agrario establece las bases del desarrollo rural integral y sustentable como medio fundamental para el desarrollo humano y el crecimiento económico del sector agrario, mediante una justa distribución de la riqueza y planificación estratégica. Busca eliminar el latifundio y la tercerización como sistemas contrarios a la justicia, igualdad e interés general, asegurando la biodiversidad y la seguridad agroalimentaria. Regula el uso de tierras con vocación agrícola, crea instituciones como el Instituto Nacional de Tierras (INTI) y el Instituto Nacional de Desarrollo Rural (INDER), e incluye disposiciones sobre expropiación, rescate de tierras y jurisdicción especial agraria.