La Ley del Banco de Fomento Agropecuario establece la creación de una institución oficial de crédito descentralizada destinada a proporcionar financiamiento a productores agropecuarios, con énfasis en pequeños y medianos agricultores. Esta institución surge como respuesta al estancamiento del sector agrícola, la deficiente producción agropecuaria y la necesidad de diversificar la producción, aumentar la ocupación y mejorar la dieta de la población. El banco está diseñado para facilitar financiamiento a mediano y largo plazo a diferentes categorías de productores agropecuarios y servir como agente financiero de programas de bienestar rural. Su estructura organizativa incluye una Asamblea de Gobernadores y una Junta de Directores, con participación tanto del Estado como del sector privado.