La estrategia de agricultura climáticamente inteligente se centra en prácticas sostenibles como la conservación de suelos y la gestión de pastizales. La política de conservación de suelos utiliza siembra directa y un plan nacional que reduce la erosión hasta en un 80%, alineándose con el objetivo de intensificar la producción de manera sostenible. Esta estrategia busca un triple triunfo: aumentar la productividad, mejorar la resiliencia frente al cambio climático y disminuir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, abordando los desafíos de sostenibilidad en la producción agropecuaria. Además, la gestión eficiente del agua es un pilar fundamental de la estrategia. El MGAP promueve el riego suplementario y la construcción de reservas hídricas, respaldado por modificaciones legales e incentivos para un uso responsable del agua en la agricultura. Estas medidas están diseñadas para reducir la vulnerabilidad de los sistemas de producción ante la variabilidad climática y optimizar el recurso hídrico, garantizando así una producción agrícola resiliente y sostenible en el contexto de cambio climático.
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Fecha de inicio: Fecha de fin: NA