La Estrategia tiene como objetivo coordinar acciones orientadas a prevenir y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el país. Este esfuerzo está alineado con la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) y responde a compromisos internacionales como la Agenda 2030 y el Plan CELAC 2025. Se busca mejorar la disponibilidad de alimentos, reducir su impacto en el medio ambiente y aumentar el acceso a una alimentación adecuada y saludable. Para ello, la estrategia se estructura en cuatro ejes: investigación, educación y comunicación, promoción de políticas públicas, y legislación. Las acciones clave incluyen la promoción de investigaciones para identificar las causas de las pérdidas de alimentos, el fomento de la innovación tecnológica para su reducción, el desarrollo de campañas educativas para sensibilizar a la población, y el fortalecimiento de políticas públicas. También se propone mejorar la infraestructura de almacenamiento y distribución de alimentos, así como revisar y actualizar el marco legal para facilitar la donación de alimentos y reducir las barreras fiscales para las empresas donantes​.