La declaración conjunta establece compromisos y acciones para desarrollar una agenda proactiva que impulse la competitividad, sostenibilidad y asociatividad del sector agropecuario andino. Se propone una Estrategia de Diplomacia Sanitaria para facilitar el acceso a mercados y evitar restricciones comerciales innecesarias, y se trabaja en la armonización de normativas sanitarias para establecer reglamentos comunes y acuerdos de reconocimiento mutuo. La declaración promueve la agilización de procedimientos aduaneros mediante la simplificación y digitalización de procesos, además de fortalecer el control fronterizo para combatir el contrabando. Se fomenta el diálogo público-privado para superar dificultades comerciales y se impulsa la agricultura por contrato para mejorar las condiciones de mercado, especialmente para la agricultura familiar. La declaración destaca la importancia de aprovechar la demanda mundial de alimentos mediante la articulación de la cadena de valor, y se promueve la agricultura familiar con prácticas agroecológicas y orgánicas. También se busca crear una red regional tecnológica para mejorar la seguridad alimentaria, con apoyo de la FAO y el IICA, y se exhorta a la CAN a monitorear prácticas que distorsionen la competencia comercial. Finalmente, se fomenta el intercambio de conocimientos y el uso de tecnologías de agricultura de precisión para aumentar la productividad, y se recomienda consolidar el Foro Agropecuario Andino como un espacio continuo de diálogo público-privado. La declaración subraya la importancia de la agricultura familiar y la colaboración regional para enfrentar desafíos post pandemia, con un enfoque en sostenibilidad, competitividad y seguridad alimentaria.