La estrategia busca vincular sosteniblemente a los pequeños productores rurales a mercados en crecimiento mediante la agricultura por contrato. Esta estrategia nacional, que involucra a diversas entidades públicas, privadas y gremios agropecuarios, tiene como propósito principal reducir la incertidumbre y riesgos en los procesos de comercialización agropecuaria a través de la venta anticipada de la producción. Esto permitirá una distribución más equitativa de las utilidades a lo largo de la cadena de comercialización. Los objetivos generales de la estrategia son generar un suministro estable de materias primas con la calidad requerida, fomentar procesos productivos eficientes y rentables, incentivar la formalización de relaciones comerciales y aportar a la competitividad del sector. Para lograr estos objetivos, se han delineado varias acciones estratégicas. Entre ellas, se destaca la creación de alianzas con la agroindustria y grandes superficies, la prestación de servicios de acompañamiento técnico integral a los productores, y la organización de espacios de encuentro entre oferta y demanda. Además, se ofrecen incentivos financieros y tributarios para fomentar la agricultura por contrato, incluyendo créditos especiales y subsidios para seguros agropecuarios.