La política busca aumentar la competitividad del sector agropecuario colombiano mediante el desarrollo de entornos apropiados para el sostenimiento de negocios rurales, el fortalecimiento de la provisión de bienes y servicios sectoriales, el aumento de la productividad total de los factores y el desarrollo de mercados agrícolas eficientes. Los objetivos específicos incluyen impulsar entornos seguros y planificados que permitan una gestión eficiente del uso del suelo y promuevan la formalidad laboral, aumentar la provisión de bienes y servicios para mejorar las capacidades de los productores y priorizar el desarrollo de infraestructura productiva, fomentar la ciencia, tecnología e innovación agropecuaria, facilitar el acceso al crédito y fortalecer la agrologística, y desarrollar mercados agrícolas eficientes mediante el uso de la información sectorial y la reducción de la intermediación en la comercialización. Para alcanzar estos objetivos, la política propone fortalecer el control del orden público en áreas rurales, articular instrumentos de planificación del sector y evaluar el mercado de tierras para mejorar la formalización de la propiedad rural. Se promueve la adopción de ciencia, tecnología e innovación agropecuaria mediante la gestión de recursos y la transferencia de tecnología, así como la facilitación del crédito a través del fortalecimiento institucional y la creación de nuevos instrumentos financieros. La inclusión productiva de pequeños productores rurales es fundamental para mejorar sus capacidades competitivas, al igual que la aceleración de la adaptación climática del sector mediante prácticas agrícolas y ganaderas inteligentes.