Esta ley incorpora normas de la Ley de Fomento y Desarrollo Agropecuario, abarcando aspectos como capacitación campesina, utilización del suelo, investigación agropecuaria, organización empresarial campesina, y medidas ecológicas. Además, se transfieren a la Ley de Aguas las disposiciones sobre el uso y aprovechamiento del agua. Los objetivos de la ley son el fomento, desarrollo y protección del sector agrario para garantizar la alimentación de todos los ecuatorianos e incrementar la exportación de excedentes, dentro de un manejo sustentable de los recursos naturales. Para lograr estos fines, se establecen políticas de capacitación integral a diversos grupos indígenas y campesinos, preparación de agricultores en técnicas modernas, implementación de seguros de crédito, y la organización de sistemas nacionales de comercialización para mejorar la rentabilidad y minimizar los riesgos en la actividad agraria. Además, la ley promueve el derecho a la propiedad de la tierra, tanto individual como comunitaria, y busca fortalecer la propiedad comunitaria con criterios empresariales y de producción ancestral.