La Hoja de Ruta de Salud del Suelo de Nueva York, presentada en 2019, es un marco integral diseñado para mejorar la salud del suelo en el estado, aprovechando el creciente interés en este campo y poniendo a Nueva York a la vanguardia del movimiento de salud del suelo. Reconoce la importancia de los suelos sanos para aumentar la rentabilidad agrícola, proteger los recursos de suelo y agua, construir resiliencia frente a eventos climáticos extremos y contribuir a la mitigación del cambio climático. La hoja de ruta se basa en la colaboración entre agricultores, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, investigadores y otras partes interesadas para producir un documento que establece una visión, objetivos específicos y prioridades en investigación, divulgación y políticas para la salud del suelo. Además, destaca la necesidad de superar barreras para la adopción de prácticas beneficiosas para la salud del suelo, evaluar beneficios económicos, y fomentar la educación y la capacitación.