El Vivir Bien (o Buen Vivir) es una propuesta de modelo de gobierno y filosofía de vida promovida por el gobierno de Bolivia, inspirada en cosmovisiones indígenas andinas. Este enfoque busca redefinir el concepto de bienestar, enfocándose en la armonía dentro de la comunidad y con la naturaleza, en contraposición a los modelos de desarrollo basados en el crecimiento económico y la acumulación material. El Vivir Bien se centra en la satisfacción de las necesidades básicas de todos, el respeto por los derechos de la Madre Tierra, la redistribución equitativa de los recursos, y la promoción de valores como la solidaridad, la reciprocidad, y el respeto mutuo. La implementación de este modelo en Bolivia ha implicado políticas dirigidas a la protección del medio ambiente, el fortalecimiento de los derechos indígenas, la soberanía alimentaria y energética, y la reestructuración de las instituciones estatales para reflejar estos principios. Además, se ha buscado una integración de conocimientos y prácticas ancestrales con políticas públicas contemporáneas, para crear un estado que no solo promueva el bienestar económico, sino también el equilibrio ecológico y la justicia social.