La Ley de Desarrollo Rural Sustentable de México es un instrumento clave para promover el desarrollo rural del país. Esta legislación tiene como objetivo principal fomentar un desarrollo rural sustentable que eleve la calidad de vida de la población rural y promueva la equidad, la sustentabilidad ambiental, y la seguridad alimentaria. Para lograr estos objetivos, la ley establece principios rectores como la participación social, la equidad, la sustentabilidad ambiental y la seguridad alimentaria. Además, se enfoca en la planeación del desarrollo rural, la inversión pública, la regulación y fomento, y la creación de fondos y fideicomisos para respaldar el desarrollo rural sustentable. Esta legislación ha tenido un impacto positivo, incrementando la producción agropecuaria, mejorando la productividad y competitividad de los productores rurales, y reduciendo la pobreza en las zonas rurales. No obstante, persisten desafíos como la desigualdad entre los productores rurales, la degradación ambiental y el cambio climático.