La ley de Agricultura familiar de El Salvador establece las responsabilidades del Estado en el desarrollo de un marco jurídico para orientarse hacia un modelo productivo sustentable de agricultura familiar, campesina e indígena que sea resiliente al cambio climático. Se proponen los fines que tendrá la agricultura familiar entre ellos: fortalecer la capacidad productiva, contribuir al desarrollo de las capacidades para la generación, intercambio, transferencia y adopción tecnológicas en la agricultura familiar. Además, se indica que todas las políticas que involucren la agricultura familiar se regirán bajo los principios de: equidad e inclusión, complementariedad, sostenibilidad, transparencia y solidaridad. El ente rector es el Ministerio de Agricultura y Ganadería, sin embargo el Consejo Nacional de la Agricultura Familiar (CONAF) brindará asistencia técnica.